Zhangjiajie es una ciudad del noroeste de la provincia de Hunan, en la República Popular de China. Está ubicada en el centro mismo de la Sierra de Wuling, frente al hermoso Lago Dongting. En las tres cuartas partes de su territorio hay montañas por lo que los paisajes que pueden verse allí son de una belleza indescriptible.
Su exuberante flora cuenta con tal variedad de ejemplares que se creó el Parque Nacional Forestal para protegerla y poder mostrarla a los visitantes dentro del entorno natural en el que se ha desarrollado.
El nuevo aeropuerto, levantado a los pies de la montaña de Tianmen, ha ayudado a que más turistas lleguen cada año.
Maravillas naturales
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Dentro de la región hay distintas áreas con características diferenciadas, una zona selvática con inmensas formaciones de piedra arenisca con forma de aguja, lagos de aguas transparentes, cuevas increíbles e innumerables ríos subterráneos. Los cambios geológicos ocurridos allí modificaron la faz del planeta puesto que todo lo que ahora observamos en su superficie ha sido alguna vez lecho marino y fueron descubiertas además, en el lugar, dos especies de dinosaurios hasta ese momento desconocidas.
A ocho kilómetros al sur de la ciudad se encuentra la llamada Puerta Celestial, una gigantesca abertura de más de cien metros en un monte solitario, a la que se puede acceder por una inmensa escalera.
Todas las montañas del Parque ocultan sus picos tras las nubes, tal es su tamaño y todas tienen formas extrañísimas las cuales nos obligan a buscar parecidos con personas o animales; hay bosques de pinos hasta el borde mismo de los impresionantes precipicios y arroyos, fuentes naturales y cascadas de cantarinas aguas.
Enclavadas en la montaña se hallan, además, aldeas que conservan sus tradiciones milenarias, la mayoría de ellas pertenecen a los tujia, raza autóctona que desde hace siglos puebla la zona.
Paisajes inolvidables
Recorrer la totalidad del Parque llevaría bastante tiempo, pero al menos para ver lo más sobresaliente se necesitan tres días. Tres son también sus puertas de acceso, pero ante el hecho de que no están interconectados los alrededores entre sí conviene volver a salir por la que se ingresó, utilizando si se está muy agotado los medios de transporte gratuitos que brinda el Parque.
Si entramos por la puerta de Wulinyuan debemos tomar el micro correspondiente hacia el lugar al que queremos ir: El Teleférico, el Ascensor o el Trencito. Si llegamos por la puerta de Zhangjiajie, el micro nos llevará a donde nace el recorrido denominado Golden Whip Stream o “Arroyo del Látigo Dorado”, que es una caminata de siete kilómetros a la orilla del inigualable río viendo las montañas desde su misma base, atravesando la exuberante vegetación de la selva y haciendo amistad con los innumerables monos que allí habitan.
El paseo termina al llegar a la ruta, donde se puede tomar el micro que lleva a la otra entrada. Por el camino se puede descender para tomar el trencito. Al verse rodeado de tanta belleza dan muchas ganas de caminar para no perderse nada en absoluto pero los tiempos no alcanzan, por ello es aconsejable manejarse con los medios de transporte puestos gratuitamente a nuestra disposición.
De todas formas, si deseamos tomar la visita con más calma, podemos hacer uso del hotel con el que cuenta el Parque y que tiene precios bastante accesibles.
Toda China posee maravillosos paisajes pero los de Zhangjiajie difícilmente los olvidaremos.
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