El ecoturismo consiste en la posibilidad de un turismo sostenible en lugares que poseen importantes patrimonios y adolecen de escaso desarrollo, aunque siempre hay excepciones. De este modo, los ingresos quedan repartidos entre los locales, el ecosistema es respetado y los turistas tienen la posibilidad de disfrutar de un nuevo destino desde una perspectiva más sencilla y orgánica. La cultura vegetariana, la adaptación al medio o el rehusar las grandes marcas son algunos de los complementos a esta modalidad emergente que convertirán al turista en viajero, tal y como demuestran los mejores lugares para practicar ecoturismo que veremos a continuación.
5. Fiordos noruegos
Los países nórdicos son los más concienciados con el turismo sostenible de todo el continente, y una de sus grandes atracciones son los fiordos noruegos, ese sorprendente laberinto de montañas y ríos formado por los glaciares. Un destino obligado, certificado por la GSTC (Concilio de Turismo Sostenible) y cuyas medidas incluyen una movilidad reducida tan sólo a transportes públicos, su condición de pionero en energías renovables y la total ausencia de prácticas pesqueras. La definición más fría de paraíso está en Noruega.
4. Creta
El masificado Mediterráneo aún esconde joyas perdidas, como es el caso de las islas del mar Egeo, en Grecia. En un país donde actualmente la crisis económica es más severa, los locales han incrementado su participación en el turismo, especialmente en las Islas Cícladas, donde podemos encontrar numerosas ofertas que incluyenagroturismo (participación en entornos rurales), ecosailing (equipaje escaso, poco uso de energía y consumo de fuel estrictamente necesario), o estancias enguesthouses perdidos en islas aún semidesconocidas como Paros o Milos.
Para quienes quieran disfrutar de todas las atracciones en una misma isla, Creta, el hogar de Zeus, combina playas de ensueño con las mejores rutas entre montañas y cuevas, yacimientos arqueológicos como el de Knossos y un comercio basado en la agricultura sostenida por los propios hoteles o la alfarería.
3. Manaos, Brasil
La joya del ecoturismo en Latinoamérica no es otra que Brasil, un gigante que equilibra a la perfección el turismo masivo con otro más selecto y sostenible, especialmente en el Amazonas. Su capital, Manaos, es el punto de partida a numerosas riquezas naturales que incluyen canotaje, caza de pirañas, bird watching, espectáculos de danzas tribales, bellos atardeceres o residencias adaptadas al entorno, como el caso de los hoteles ecológicos Ariau Amazon Towers (en los mismos árboles), o el Juma Lodge.
2. Madagascar
África es, posiblemente, el continente más enfocado al ecoturismo en los últimos años, teniendo en cuenta le desigualdad social y sus bastos patrimonios naturales. Mientras Kenya y Sudáfrica se reparten la mayoría de turistas gracias a sus parques naturales y ligera occidentalización, nosotros nos quedamos con Madagascar por su exclusivo ecosistema (un 90% de especies son endémicas de la basta isla), incluyendo los míticos baobabs o la llamada rosy perwinkle, una flor considerada anti cancerígena.
La migración de las ballenas o las diversas especies de lemures son los highlights del destino, cuyas visitas guiadas respetan escrupulosamente el entorno y proximidad con los animales, mientras los incentivos son repartidos entre los locales, de los cuales un 90% son pobres, y que comercializan con la agricultura o otros servicios turísticos.
1. Kerala, India
India es uno de los "países verdes" más recomendables del mundo, desde las alturas del Himalaya hasta el sur tropical de Kerala, una región de más de 560 kilómetros de costa y surcado por diversos lagos y canales abrazados a las palmeras.
El turismo sostenible en la llamada "Tierra de Dios" para los hindúes reside en los llamados backwaters (cruceros fluviales que conectan las diferentes comunidades locales), especialmente en la zona de canales de Alleppey, o las visitas a numerosas reservas naturales como Periyar, donde buscaremos tigres y elefantes o los locales abren sus jardines a los turistas, trazan rutas entre la selva, recetan terapias de ayurveda. Por último, dejemos el té negro más genuino y recién extraído de las numerosas plantaciones aderezar nuestros descansos. Muy recomendado.
El ecoturismo envuelve actualmente un sinfín de posibilidades para turistas concienciados con esta nueva modalidad, desde voluntariados en espacios sostenibles hasta proyectos propios o la búsqueda del "ecodestino" ideal. Y es que este movimiento va más allá del mero ocio, es un proceso que invita al progreso, al desarrollo e involución del mal uso de la naturaleza por parte del hombre
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