jueves, 10 de septiembre de 2015

7 LUGARES COLORIDOS DE LATINOAMÉRICA


Hay lugares en el mundo en los que el color parece intrínseco a una cultura, sus ritos y pueblos. Latinoamérica es uno de esos enclaves donde el color representa parte de su personalidad, tan visible en los plumajes de las aves, mercadillos andinos, arquitectura puntera o fachadas coloniales.

Abre los ojos y sumérgete en ese huracán psicodélico compuesto por estos 7 lugares coloridos de Latinoamérica.


Trinidad (Cuba)

Designada como patrimonio de la Unesco, esta cuna de la producción azucarera durante el siglo XIX parece suspirar recordando viejos tiempos, mecida por la brisa de la cercana playa del Ancón mientras su casco histórico se presenta como un verdadero festín para los sentidos: desde fincas señoriales conservadas también por la Unesco hasta sus coloridas casas, iglesias coloniales o coches solitarios en calles franqueadas por palmeras.

Trinidad es un viaje en el tiempo, dulce y amargo al mismo tiempo.


Museo Frida Kahlo (México)

En alguna calle de Coyoacán, en la inmensa México D.F., una puerta discreta nos invita a entrar en el particular mundo de la pintora Frida Kahlo y su esposo, el también pintor Diego Rivera.

También conocida como la Casa Azul, la casa de Kahlo es un torbellino de referencias a su turbio matrimonio, formado por calaveras coloridas como símbolos patrios, obras propias fundidas en las paredes, talleres típicos y jardines en los que los colores de las fachadas refrescan los maceteros de agaves. 


Cartagena de Indias (Colombia)

La ciudad caribeña que inspiró a Gabriel García Márquez es un hervidero de colores divididos entre las fachadas coloniales, un exótico arte callejero o los vestidos de las palenqueras, vendedoras ambulantes que lucen sobre las cabezas canastos de mangos y sandías.

Todos estos aspectos confluyen, especialmente, en el renovado barrio Getsemaní, situado tras las murallas del Barrio Colonial de esta ciudad de contrastes.


Guatapé (Colombia)

También conocido como el Pueblo de los Zócalos, Guatapé aguarda en la visitada región de Antioquía, famosa por escenarios naturales como el lago de Peñól y su famoso peñón.

El gran atractivo de Guatapé reside en los zócalos de las casas, los cuales lucen desde soles hasta otras formas abstractas que contrastan con las fachadas coloridas de las casas del pueblo, cuya artística remodelación comenzó en el año 1919


Biomuseo (Panamá)

El Museo de la Biodiversidad es el primer edificio construido por el reputado arquitecto Frank Gehry en Latinoamérica. Situado a orillas del canal de Panamá, ese microcosmos de tejados coloridos está compuesto de arte exuberante, secciones acuáticas y, especialmente, la galería Puente de Vida, una muestra de la aportación de Panamá a la biodiversidad del planeta, la historia de los dos océanos entre los que cohabita o las maravillas naturales que salpican uno de los destinos más emergentes del continente.


Mercadillos de Cuzco (Perú)

Desde su Plaza de Armas hasta los vestigios incas, Cuzco es una ciudad vibrante en la que destacan, especialmente, sus mercados, la mejor estampa de Perú junto al Machu Pichu.

Tejidos de colores procedentes - en su gran mayoría - de alpacas, sonidos de flautas locales y vendedores envueltos en arco iris invaden las calles de la ciudad inca, en la que destacamos una obligada visita al mercado de San Pedro.


Barrio de La Boca (Buenos Aires, Argentina)

Al sudeste de la capital porteña encontramos el colorido barrio de La Boca, cuyo nombre recibe de la cercana desembocadura del río de la Plata. Cuna del estadio La Bombonera y numerosos estudios de arte, La Boca es también famoso por el pasaje Caminito, una zona de casas forradas con chapas de antiguos barcos y coloreadas en los años 60 por el pintor Benito Quinquela Martín. Todo un hervidero de bohemia porteña, salones de tango, cafés y, también, carteristas que surcan las calles al acercarse la medianoche.

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