A lo largo de la historia y especialmente durante los últimos años, algunas naciones se han empeñado en competir por alcanzar el cielo con propuestas de lo más dispares, estilos combinados y diseños que convierten estas famosas torres para visitar en algunos de los principales highlights de sus respectivas ciudades.
Torre Eiffel (París)
La torre más famosa del mundo reside entre los Campos de Marte y el río Sena, conformando una de las postales más románticas y visitadas. Y es que el mayor icono de París ha necesitado poco más de un siglo para labrarse su particular condición de monumento eterno.
Inaugurada por Gustavo Eiffel para la Exposición Universal de 1989, esta incomprendida torre de hierro suscitó un primer rechazo hasta ser descubierta por el cine, el arte o la música, en una época en la que el resto de la ciudad también estaba sumida en su propio cambio.
Hoy día, esta torre de 325 metros es visitada por 7 millones de turistas anuales que atienden a sus pies para ascender a los miradores, tomar una foto o incluso compartir una velada romántica en su suntuoso restaurante.
CN Tower (Toronto)
Hasta no hace mucho fue la torre más alta del mundo con sus 553 m de altura, si bien hoy aún continúa siendo uno de los grandes iconos de Canadá. Sostenida sin necesidad de cables e inaugurada en 1975, la Torre Nacional de Canadá constituye uno de los obligados a nuestro paso por Toronto: posibilidad de cenar en el Restaurante 360, de sostenernos en la cima del edificio gracias a su EdgeWalk, disfrutar de la proyección del espectáculo 3D Legends of Flight o asomarnos al observatorio LookOut. Todo un obligado.
Torres de Bolonia
Con permiso de la Torre de Pisa, vamos a dirigirnos hacia otro de los grandes iconos arquitectónicos de la siempre monumental Italia. De origen medieval, concretamente del siglo XII, las torres Asinelli (la más alta) y Garisenda (la pequeña) constituyen uno de los principales highlights a nuestro paso por la Plaza di Porta Ravegnana de Bolonia.
498 escalones nos conducen hacia un mirador desde el que podremos obtener vistas inigualables de esta ciudad de tejados color ocre donde, antiguamente, la riqueza era medida mediante la construcción de torres, razón por la que Bolonia llegó a contener un total de 200.
Minarete en Espiral (Irak)
Las torres del mundo árabe se dividen entre el modernismo de los edificios dubaitíes o los minaretes, las típicas torres de las mezquitas, y uno de los más famosos es el Minarete en Espiral de la Gran Mezquita de Samarra, en Irak.
Producto de la pasión por la arquitectura del califa Al-Mutawakkil, quien reinó durante el siglo IX, esta curiosa torre de 52 metros de altura permite al turista posarse a lo largo de su retorcida estructura, asegurándole bellas vistas de la conocida como mezquita más grande del mundo. Pura esencia oriental.
Tower of Ring (Tianjín)
En este artículo no podíamos dejar escapar el gigante asiático, el cual ostenta la mayor cantidad de edificios altos y torres transgresoras. Una de ellas es esta Torre del Anillo, elevada en el centro de la ciudad de Tianjín, al norte de China. Diseñada por la compañía japonesa EASTERN Design Office, esta torre formada de componentes LED (diodos emisores de luz), se convierte en una futurista espiral iluminada al caer la noche, si bien su situación en medio del vacío de la plaza atrae todas las miradas de los visitantes que llegan a esta ciudad ecológica. Quizás no sea la torre más impresionante del continente, pero sí una de las más novedosas.
Estas mejores torres del mundo son algunas muestras de la larga lista de construcciones repartidas a lo largo y ancho del planeta, si bien en los próximos años serán inauguradas nuevas torres como la World One de Mumbai o, especialmente, laKingdom Tower de Arabia Saudí, la primera en superar el kilómetro de altitud. Locuras aparte, no perdamos la oportunidad de visitar estas torres, de posarnos en sus terrazas y admirar el resto de la ciudad.
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