Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, seguro que muchas aún se estarán preguntando por ese destino ideal en donde las masificaciones o los altos precios no resten disfrute a ese merecido viaje que llevas todo el año esperando.
Un objetivo para el que quizás necesites ayuda o, al menos, estos 5 secretos.
Destinos emergentes
Lugares como Cabo de Gata, en el sureste de España, la costa atlántica de Marruecos o el sur de Turquía son enclaves veraniegos que, a pesar de contar cada vez con mayor afluencia turística, aún nos permiten encontrar ese rinconcito de paz tan ansiado.
Al tratarse de un destino emergente y no tan consagrado en el panorama estival, puede que los precios sean también bastante más reducidos.
Lugares con contraste
Por mucho que ansiemos la playa, pasar dos semanas en una ciudad sin apenas vida cultural pero con mar no siempre es la solución apropiada a unas ansiadas vacaciones.
Busca lugares en los que exista contraste: mar, montaña y vida cultural donde puedas realizar actividades diferentes cada día. En Europa, por ejemplo, se nos ocurre Girona, donde las buenas playas se fusionan con el arte de Dalí y la cultura de su capital; las Islas Griegas entre las que el Mediterráneo se funde con sus ruinas, o una Dubrovnik donde diferentes islas salpican el litoral sin abandonar el encanto medieval de la ciudad croata.
Si viajas en familia, ¿no has pensado en la opción de ir de camping?
Mejor en temporada baja
La razón que diferencia a un mismo destino entre apasionante o agónico reside en los precios y, especialmente, en las masificaciones.
Lugares que durante todo el año poseen un encanto que se ve roto por la gente, el calor y los "engaños" turísticos pueden ser incluso más disfrutables en los últimos días de septiembre o un mes de octubre que suele gozar de buenas temperaturas en el hemisferio norte.
Piensa de forma opuesta
¡Márchate a la montaña! Recuerda que las vacaciones de verano no tienen por qué ser sólo playa, y muchos pueblecitos de interior tienen climas más frescos, un río cercano donde tomar un baño o alojamientos que realizan talleres de cocina.
Las altas temperaturas se verán paliadas de forma diferente y, sobre todo, desde una posición más relajada.
Mejor bueno conocido...
Ya sabéis como termina ese dicho que, también, es totalmente aplicable a los asuntos vacacionales. Puede que te guste cambiar de destino, pero cuando se trata de descansar, quizás sea mejor recurrir a ese lugar que siempre nos gustó en lugar de arriesgarnos a ahogarnos de calor, agobio y derroche en un nuevo destino que puede trastocar nuestro ideal de destino vacacional. Ya habrá tiempo para arriesgar en escapadas cortas o meses sabáticos.
También puedes optar por un tiempo compartido en ese destino que ya conocías y que te encanta.
Estos 5 tips de oro para encontrar tu destino ideal de vacaciones van más allá de las playas o el precio, sino que te ayudarán a descubrir ese lugar donde las masificaciones no son tan acentuadas, el disfrute es óptimo y las posibilidades de repetir al siguiente año nos reportan la tranquilidad que siempre exigimos a las dos semanas más esperadas de todo el año.
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